Carta abierta al amor de mi vida


posted by Athenea

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Estimado amor de mi vida,

Mucho gusto.  Mi nombre no importa, porque para cuando leas esto o te enteres de esta carta, ya lo sabrás.  Importan otras cosas de mi misma, de las que me gustaría hablarte.

Me disculpo de antemano contigo por dudar de tu existencia; pero entenderás que luego de tantos espejismos e ilusiones es lo más normal que crea que no existes.  Sin embargo, en el fondo de mi corazón sigue ahí una preguntita que me he hecho desde que era pequeña, a pesar que jamás me he proyectado con nadie, y esa preguntita, más la curiosidad de responderla, es la que me hace escribirte.

Verás, siempre me he preguntado "¿Qué estará haciendo mi esposo en este momento?". Like, ahora mismo, cuando te escribo esta carta sin saber siquiera que existes. Like that.

Supongo que en algún momento de tu vida también habrás dudado de mi existencia. Es lo más normal, si tu y yo estamos "destinados" a estar juntos.  Claro, cómo no dudarás si aún no me has encontrado. Lógico. ¿Cierto?

Anyway.

Quería decirte, amor de mi vida, que ya no te estoy buscando.  No, no es grosería, perdona haberme expresado así.  Digamos que prefiero que me des la sorpresa. Que llegues un día a mi vida, no intempestivamente sino suavemente, tiernamente, pero definitivamente. Que llegues un día a mi vida y no salgas de ella jamás. Así. Yo no te busco así que no me afano en encontrarte ni me pierdo del paisaje mientras camino a tu encuentro, pero prefiero que seas tú el que planee la emboscada. Y te quedes para siempre.

Querido amor de mi vida, tu sabrás perdonar que te escriba a molestarte antes de tiempo. Mira, esa es una de las cosas a las que tendrás que acostumbrarte. O que, aún mejor, tendrán que gustarte de mi. Sí, que todo el tiempo te escriba, pero better yet: que todo el tiempo te moleste. Sorry. My bad.

Quiero informarte que seguiré caminando.  Seguiré mi camino como si no existieras, esperando que un día me sorprendas con una emboscada a mi corazón y no te vayas de él jamás. Pero hazlo con cuidado, porque quiero que te quede bien claro que también estoy perfectamente bien sin ti. No te permitiré que entres a mi vida para hacerme sufrir. Aunque, claro, qué tonta, ese no es comportamiento propio del amor de mi vida. Obvio.

Será bonito cuando nos encontremos, eso lo sé. Hoy soy una mejor persona y una mejor mujer para ti. Con menos expectativas (para que me sorprendas más fácil), con filtros más estrictos (para asegurarme que seas the real you), con un norte definido (para saber si caminarás conmigo o me verás pasar) y con mucha tranquilidad emocional, conceptual y espiritual (lo cual no se perturbará con tu llegada, sino que aumentará).

Tengo la plena certeza que cuando por fin estemos juntos, yo aportaré a tu vida lo mismo que aportarás tú a la mía: paz, tranquilidad, felicidad, amor, paciencia, esfuerzo, valentía, risas, y otras muchas cosas más. ¿Sabes por qué? Porque he aprendido que las cosas son fáciles cuando son sinceras y cuando son de verdad para uno. Porque si tú tienes que forzar algo conmigo entonces yo no soy el amor de tu vida, y viceversa. Porque las cosas no necesariamente tienen que ser mágicas o perfectas todo el tiempo, pero definitivamente no tienen que ser impuestas.

Tómate el tiempo necesario para aparecer.  Es probable que aún no esté lista para recibirte, o que a ti todavía te falten algunas lecciones por aprender.  Puede ser que aún estés con alguien más, alguien que esté haciendo lo mismo que yo he hecho con muchas personas: pulirlos para entregárselos brillantes y bonitos a sus respectivos amores de sus vidas.

De ser así, amor de mi vida, habrá valido la pena el que haya pulido a otras personas, porque otras personas te habrán pulido a ti.  No, no lo miro como una obra de caridad o como un pajazo mental para pensar que no fue pérdida de tiempo, sino como un crecer fundamental en nuestras vidas, experiencias y lecciones que hemos tenido que vivir previamente, para apreciar las cosas juntos desde una perspectiva más saludable y pacífica.

Sin embargo, no quiero que pienses que eres mi único motor. Ni la única cosa por la que espero. Ni lo único que necesito. Para nada. Quiero que sepas (otra vez) que estoy perfectamente bien sin ti. Tan bien, que cuando llegues sólo podré estar mucho mejor de lo que estoy ahora, porque no llegarás cargado de tristezas, cargas o imposiciones, sino de libertad, ganas y entrega.

Hoy veo las cosas diferentes. Hoy no te veo como parte fundamental de mi vida, porque funciono perfectamente sin ti y definitivamente tu funcionas perfectamente sin mi (para la muestra, tu ausencia hasta hoy, digo, ejem....).  Hoy no te veo como algo que debo tener para sentirme realizada entre comillas, y tampoco quiero ser algo que debas tener para sentirte bien contigo mismo.

Amor de mi vida, cuando nos encontremos será porque ya somos los dos, por separado, personas tan grandes, tan maduras, tan felices y tan libres, que seremos un complemento en esa felicidad, seremos un par de alas más para nosotros mismos, seremos una pila más, una felicidad más, una compañía en el viaje.

No quiere decir esto que te vea como un ideal insulzo inspirado en Disney y sus principitos, no. Sé que habrán momentos en donde tendremos, como todos, reveses y bajones.  Pero sé, y lo sé a ciencia cierta, que no serán, jamás, motivo para alejarnos del otro, para dejar las cosas tiradas o para desmotivarnos.  Muy por el contrario, sé, y lo sé a ciencia cierta, que serán motivos para unirnos, para aunar esfuerzos, para entendernos y comprendernos mejor, y para seguir estando juntos en nuestra mutua individualidad.

Mi querido amor de mi vida, sé que te va a costar llegar a mi y ganarte mi corazón. Eso, claro, en un sentido figurado.  Entenderás, así como entiendo yo también, que mis filtros sean mucho más difíciles de pasar.  Entenderás, así como entiendo yo también, que si no encuentro nada que me aporte y que en verdad me sirva a mi como persona, para seguir mejorando y estar aún mejor de lo que estoy estando sola, entonces no me interesa.

Sin embargo, para ti, y solamente para ti, amor de mi vida, esos filtros y esas barreras no serán TAN difíciles de pasar.  Algunas sí, otras no tanto.  Pero sé que lograrás pasarlas todas, así como yo lograré pasar las tuyas.  Sé que lograrás llegar y permanecer en un puesto importante en mi vida, y que yo haré lo propio en la tuya.  Sé que nos unirá algo mucho más grande que la atracción, el sexo, el deprimente "quien soy cuando estoy contigo", o todas nuestras ilusiones y expectativas. Eso lo sé.

Mientras te dignas a aparecer te escribo esta carta. Aunque también puede pasar que ya te hayas aparecido en mi vida y que sea yo la que aún necesite de más tiempo para abrir los ojos y darme cuenta de dónde estás y quién eres. Es probable.
Pero mientras nos aparecemos mutuamente, seguiré mi camino. Caminaré, porque sé que caminarás conmigo. Seré una mejor "yo", porque nadie más lo hará por mi.  Volaré, porque sé que si tienes que volar para alcanzarme, lo harás.  Viviré, porque en la medida en que viva, y en que ame mi vida, estaré más cerca de ti.

Amor de mi vida, no me importa si no eres una persona.  Aunque, no te niego, sería muy lindo que fueras un hombre muy apuesto (usando términos que no uso), con carro, dinero, muy buen trabajo, de buena familia y todas esas cosas a las que uno llama whole package.  Y sé que así lo serás. Porque yo creo (ejem) que soy un whole package. No serías menos tu.

Pero, si definitivamente no es para mi el tener un "amor de mi vida" en forma de ser humanO, entonces bien puede ser el amor a algo que haga, o a algo o alguien que ya tenga en mi vida. Dios, mi familia, mis amigos, mi mascota, mi carrera, mi trabajo. Anything.  Aplican los mismos criterios de antes.

Ya no te espero, amor de mi vida. Ya no te busco. Ya no te necesito. Soy quien soy, y lo soy por y para mi misma. Y sé que es precisamente eso lo que más te gustará.

Si vas a llegar a mi vida, la vas a cambiar para bien. Vas a aportar, vas a hacerme crecer. Porque eso es lo que yo tengo para ofrecerte a ti.

Sorpréndeme.
I dare you.

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  1. Anonymous

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