Archive for February 2012

Desechable


posted by Athenea

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Divorcios.
Cambios de trabajo constantes.
Desánimo.
Suicidios.
Abortos.
Infidelidades.
Depresión.
Desesperanza.

Vivimos en un mundo que sin ser desechable, se volvió desechable.  Nos hizo volvernos desechables a nosotros mismos, los que nos inventamos el término y los que terminamos sufriendo por la sensación.

Nosotros mismos nos impusimos la necesidad imperativa de buscar con frenesí siempre algo nuevo, alguien diferente, un lugar distinto, una experiencia que se salga de lo que siempre hemos tenido.  En aras de alimentar nuestra "vivencia", nuestro paso por este mundo, nuestro "mañana no es seguro", vamos por la vida desechando el tiempo, las experiencias, los aprendizajes, los corazones y en últimas, desechándonos a nosotros mismos.

Vivimos en una época en la que tenemos más de lo que nunca la humanidad había tenido.  Todo es vertiginoso, rápido, cambiante.  Lo único constante es que nada permanece, que todo cambia sin necesidad, que todo es obsoleto incluso antes de estar finalizado.

Vivimos en una era en la que tenemos todo a la mano, en la que la pereza mental, física, emocional y hasta espiritual nos ha llenado a tal punto que nos hemos vuelto seres pesados, cargados, llenos de un vacío que nos obliga a movernos rápido, a estar pendientes de cosas que nosotros mismos inventamos, a temerle a invisibles, a adelantarnos a inexistentes.

Una época en la que vivimos más juntos, en menos espacio; pero somos más desconocidos.  En la que contamos con miles de herramientas para comunicarnos al instante, y aún así somos incapaces de descifrar miradas.  En un mundo en el que por obligación nos vemos todos los días, nos hablamos todos los días.... y no tenemos ni idea ni siquiera de quiénes somos nosotros mismos, ahora vamos a conocer a los demás.

Un mundo en el que todo es desechable.  En el que el esfuerzo invertido en hacer algo, llevar algo a cabo es desechable; porque al breve tiempo el frenesí con el que viaja el mundo nos obliga a volver a iniciar otra cosa.  A volver a empezar en un trabajo distinto, en una escuela distinta, en una ciudad distinta, con una persona distinta.

Atrás quedaron los días en los que la humanidad disfrutaba de las cosas que tenía, y de las cosas y personas realmente importantes.  En búsqueda de la novedad, desperdiciamos el tiempo como si tuviéramos más vidas por vivir.

Pasamos todas las horas de sol trabajando para alguien más, bien sean ellos nuestros clientes o nuestros jefes.  Pasamos todas las horas de sol intentando acumular riquezas, experiencias, conocimientos; pero nunca vivencias.  Es una pérdida de tiempo jugar con los niños, ver el atardecer, componer una canción o simplemente caminar por allí.  Sentarse a hablar con alguien mirándole a los ojos ya no vale... porque esa persona puede que no esté allí en unos pocos días.

Desechables, al punto en que decidimos dejar de existir los unos para los otros.  Desechables, reemplazables, prescindibles.  Un mundo del que creemos que podemos sacar todo lo que podamos tomar, como si tuviéramos otro.  Gastándonos el tiempo como si tuviéramos más en ese relojito en nuestra muñeca.  Invirtiendo en no invertir.

Desechable es el amor, aquella promesa y aquel sentimiento profundo hacia otra persona, hacia la familia, hacia los animales y la vida.  Ya llegará alguien más, hay muchos peces en el mar, ya pasará todo, porque nunca hay nada definitivo.  Decir "te amo" es como decir "hola", todo el mundo lo dice pero nadie realmente sabe qué es lo que quiere decir.  Dedicar tiempo, esfuerzo, ponerle ganas y dedicación es algo que hacen personas "ridículas", personas que están "out", porque la moda es tener sexo de una noche y cada noche con una persona diferente, faltándonos el respeto mutuamente, degradándonos al nivel de los animales, creyendo que por ser "libres" y no "atarnos" a nadie somos más y mejores.

Desechable es la vida, don precioso y maravilloso que mucha gente se priva de disfrutar.  Suicidios, homicidios, todo es efímero, nada vale la pena.  El esfuerzo no rinde frutos, el trabajo no da satisfacción, la familia es un dolor de cabeza, los hijos son un problema.  Caminar es un fastidio, bañarse en la lluvia es peligroso, vivir es una molestia.

Desechable el mundo en el que vivimos.  Desechables nosotros, que en poco tiempo estaremos obsoletos, una obsolencia programada por la misma sociedad, cada vez en menos tiempo, como los equipos de alta tecnología.  Desechados por nosotros mismos, desechados por nuestros propios pensamientos, por nuestros propios sentimientos.

No es que seamos desechables.  Es que nosotros mismos queremos serlo, afanados en "ser mejores", en "crecer", en "evolucionar".  Todos términos mal utilizados al referirse a tantas cosas... a tantas cosas que en ocasiones es mejor que permanezcan intactas, inmunes a fantasmas necios y desenfrenados que nosotros mismos decidimos crear.

No somos desechables.  Nos convencimos de serlo. Y por ende, lo somos.

Indecisa


posted by Athenea

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Los que me conocen de cerca saben que soy indecisa.

O bueno, no es que sea indecisa, sino que cualquier cosa me viene bien.

O bueno, no es que cualquier cosa me venga bien, sino que me amoldo a las circunstancias.

¿Si ven?

El caso es que estos cuatro días de carnaval, (casi) sola en casa, me confirmaron lo que yo quiero, y la decisión que hace mucho rato tomé para mi vida pero que aún no he podido llevar a cabo:

Quiero vivir sola.

Bueno, sí, todo el mundo quiere eso. Pero no.

Vivir sola, y tener mi casa y mis cosas por mi y para mi no significan lo que para muchos significa.  Es como cuando digo que quiero un Audi, un Mini Cooper o un carro de esos.  No es que quiera las cosas materiales, no... quiero lo que significan.

Para mi, llegar a vivir sola significa que por fin encontré algo que me gusta (un trabajo o un empleo) al que me gusta dedicarle tiempo y que además me da dinero para poder pagarme las cosas.

Que disfruto haciendo mi trabajo, que disfruto estar rodeada de la gente de la que esté rodeada, y que por un tiempo ahorré y tuve lo suficiente para invertir en mi.

Que tengo la libertad de hacer con mi espacio lo que quiera, y que nadie me diga en dónde deben ir las cosas o cómo debo hacerlas.

Que puedo disfrutar de mi tranquilidad, de mi paz, de mi pereza dominical, de no bañarme sin que nadie me diga nada.

Que conseguí una casa a la que en algún momento llamaré hogar, el paso previo para muchas cosas.

Que tengo lo suficiente (tiempo, agallas, esfuerzo, dedicación, valentía, dinero) para mantenerla, para arreglarla, para que sea mi lugar a mi manera.

Que puedo compartirlo con quien me de la gana.  Y esto es lo más importante.

Yo no quiero vivir sola por vivir sola.  Porque para vivir sola me quedo como estoy, llegando tarde en la noche a casa y saliendo de casa antes que salga el mismo sol.  Teniendo las cosas listas, sin preocuparme de nada, sin ver mucho a mi familia ni pasar tiempo con ellos.  Llegar a dormir, verlos cinco minutos antes de irme.  Eso es vivir solo, aunque se viva acompañado.

No.

Yo quiero (y esto va bastante en contravía a lo que siempre me he "imaginado" o "sabido") llegar a casa y que alguien me espere. O yo esperar a alguien. Alguien con quien pueda luego planear qué comer, cocinarlo, pasar tiempo tirados en la cama haciendo nada o haciendo todo, bañarnos juntos, hablar.....

Para eso quiero mi casa. Y tener mi casa probablemente significará que tengo con quien compartirla.

Y eso es lo que quiero.

Por una vez en la vida, me mantengo en una decisión:

Quiero mi casa. No por tener un espacio, sino porque significa que estoy lista para compartirla con alguien. Y más importante aún, que tengo con quien compartirla. Sino, para qué casa vacía.

Sí, soy indecisa en muchas cosas. Aún no sé cómo voy a conseguirlo, ni siquiera sé si lo conseguiré... pero al menos creo que he tomado una decisión.

Quiero mi casa, y mi carro de alta gama. No por ellos, sino por lo que traerán consigo. O más bien, porque son el resultado de cosas que habrán pasado antes... de cosas que no sé si pedirle a la vida, porque no sé si me las de.

Gracias


posted by Athenea

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Tengo varias malas costumbres, o defectos como a veces les llamo.

- Me ilusiono muy rápidamente. Esto también cuenta para enamorarme, entusiasmarme, alegrarme....
- Me desilusiono aún más rápidamente de lo que me ilusiono. Aplica también para desenamorarme, desentusiasmarme, entristecerme...
- Doy mucho las gracias.  Gracias. Gracias; pero no, gracias.
- Soy desagradecida. Me quejo por todo.
- Pido mucho disculpas. Lo siento.
- Nada se me olvida. No necesito agenda.
- Todo se me olvida. Necesito a mi mejor amigo para que me recuerde mi existencia.

Y así.. pudiera seguir y contar 101 seguramente.

Pensaba en eso hace un par de tardes (o ayer por la tarde, no sé), y recuerdo haber dicho que si conseguía un trabajo todos los días me levantaría y agradecería por él; aunque fuese un trabajo pequeño o por un rato.

Resulta que ahora me levanto y, aunque no me quejo, no agradezco.  Es como no decir toda la verdad... no es decir mentiras, pero tampoco es decir la verdad.

Y pues nada.  Que he tenido otras oportunidades, que he pensado en muchas cosas, que incluso pensé en renunciar a la primera o segunda semana de estar ahí (es decir, la semana pasada).  Que esto, que aquello; pero no.

Por alguna razón estoy ahí, por alguna razón parece que me quedo un rato. Y tengo que agradecerlo. Porque duré más de dos años sin hacer nada, descansando, sin plata pero con tiempo, viendo cómo se escabullían mis días productivos y cómo disminuía el dinero de mi cuenta.

Ahora es como lo mismo, tengo plata (no mucha) pero no tengo tiempo, y sigo viendo cómo se escabullen mis días productivos pero cómo poco a poco mi cuenta se va llenando =)

Y ahí voy. Día tras día, haciendo un esfuerzo al que no estaba acostumbrada, cogiendo 4 buses todos los días, saliendo sin sol y llegando aún más oscuro a casa, bañándome en las noches para dormir media hora más en la madrugada (y no me da pena decirlo), tomándome 1 hora de viaje en las mañanas y 1 hora y media en las tardes, llevándome el almuerzo, vistiéndome formal.... pero dando gracias por eso (casi) todos los días.

Porque acabo de entender que si uno no agradece lo poco que recibe... ¿Para qué se molestará la vida en darnos algo más grande?

Ahí se las dejo. En esas ando. Corrigiendo mis defectos, o al menos pensando en corregirlos, en esas 2 horas y media "muertas" que tengo todos los días.

Gracias, Dios, por escucharme. Y aún más gracias, Dios, por responderme.