Marzo 1, 2012
Sr. Ello
La ciudad
Querido Inconsciente,
Me dirijo a ti el día de hoy para comentarte con desagrado que no me gusta lo que estás haciendo conmigo. En previas conversaciones personales contigo creo que dejé claro que la que da las órdenes soy yo. Pero tú, querido inconsciente, te revelas constantemente de todo lo que digo, llevándome la contraria y haciendo lo que deseas.
Un claro ejemplo de lo que estoy hablando pasa todas las noches, y pasó anoche. Anoche, querido inconsciente, antes de quedarme dormida te dije de forma educada y clara: "Hoy no lo vamos a soñar. Hoy no vamos a soñar. Punto. Hoy vamos a descansar. Hasta mañana". Me ha tocado enviarte mensajes cortos, claros, concisos, porque me he dado cuenta que entre más largo el mensaje más te aprovechas para tergiversarlo.
Habiendo dado una orden clara y específica, me acomodé entre las sábanas y me dispuse a apagarme toda, con la conciencia (esa es otra a la que tengo que escribirle otro comunicado; pero esa es otra cuestión) tranquila; pensando que por una noche me harías caso, que tu también te apagarías, que aprovecharías para descansar y poner en calma tu caos interno.
Pero no, querido inconsciente, volviste a hacer lo que te da la gana. Crédito tengo que darte porque, a pesar que no me obedeciste del todo, no lo soñamos. Bien hecho, querido inconsciente. No obstante, no te mereces más que esa parca felicitación. El no soñar con él ni con nadie no quiere decir que mi mente, una mente de letras y palabras, tenga que soñar con números. No.
Querido inconsciente, soñar con las estadísticas de ventas de la empresa NO es una opción para las noches. Que te quede claro, apreciado señorito, que es la primera y última vez que me juegas sucio. Y espero que esta orden sí la acates; aunque sé que te costará.
Caótico inconsciente, habíamos quedado también en que el trabajo se queda a las 5 p.m. en las oficinas. Que nos vamos a dormir y vamos a soñar rico, con caricias y atenciones; no con estados financieros. NO. No vengas ahora a convencerte de que como trabajas en mercadeo ya eres un financiero armado. Por favor, que bastante tengo con tus ínfulas de superioridad.
Querido inconsciente, no veo la hora de que te apagues de nuevo todas las noches, esas noches deliciosas en las que tu caótico mundo quedaba en pausa, y mi mente podía descansar. En donde amanecía sin tantas ojeras, en donde las sábanas no pesaban una tonelada y en donde mi cuerpo respondía a mis comandos.
Entiende, inconsciente, que la que quiero que mande en mi vida es mi mente (y a esa, otra carta, otro asunto). No tú. Entiéndelo, de una vez por todas; y si vas a seguir desobedeciéndome, al menos muéstrame cosas ricas, eventos dulces, personas agradables. No números. No ex novios. No frustraciones.
Agradezco tu atención a la presente, y espero que no tenga que volver a escribirte formalmente.
Un abrazo,
Tu querido Súper-Yo.
posted by Athenea
Si te para bolas me avisas para hacer lo mismo - porque el mio también me ignora, like, ALL the time!