Soy grinch. La más grinch de todas. ¿Y qué?
Pero, he de confesar que me gusta diciembre.
No me gusta diciembre por las enormes filas que hay en todas partes para comprar.
No me gusta diciembre porque la gente se pone como tonta y se demora más de lo normal en TODO.
No me gusta diciembre porque todo lleva un precio, todo lleva un precio además inflado.
No me gusta diciembre porque son villancicos lo único que se escucha. Repetidamente. Los mismos.
No me gusta diciembre porque ponen arbolitos de navidad desde octubre.
No me gusta diciembre porque ponen bolas de nieve, hombres de nieve, muñecos de nieve, cuando el 99% de la gente de aquí no conoce la nieve.
No me gusta diciembre porque el tráfico es imposible.
No me gusta diciembre porque todo se agota, y es carísimo, y está llenísimo.
No me gusta diciembre porque lo importante de las fiestas son los regalos.
No me gusta diciembre porque no se celebra nada, sino la comida y los regalos.
No me gusta diciembre porque la gente mide el afecto según lo que costó el regalo que dio o el que recibe.
Pero:
Me gusta diciembre. Por una sola cosa:
Me gusta el cielo decembrino, la brisa suave y fresca que se siente por todas partes, el sol decembrino que hace (solamente el que ha vivido aquí toda su vida nota la diferencia), y que la ciudad (climáticamente hablando) es mucho más agradable.
El sol es más suave, la brisa es más delicada, el clima está fresquito, el azul del cielo es más azul, el blanco de las nubes es más blanco.
Por eso me gusta diciembre.
Por esto:
posted by Athenea