Carta para Dios


posted by Athenea

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Yo sé, Dios, que tu no lees blogs. Que no estás en internet y que no tienes ni mail ni un @ en Twitter ni una cuenta de Facebook ni un BB Pin. Afortunadamente.

Sé que vives en mí, y que si quiero hablarte sólo tengo que hacerlo. Pero me gusta más cuando luego de hablarte te escribo... como se le escribiría a un amigo.

Ahorita te pedí perdón. Perdón porque no he sido obediente.  Perdón porque no he creído ni confiado lo suficiente.

Perdón porque tengo el coraje y el descaro de preguntarte por qué me siento mal y por qué no se me dan las cosas, cuando no he caminado por donde querías.  Perdón por ser tan insolente... por querer guiarme por mi propia sabiduría, aunque sé que Tus caminos son más altos que los míos, y que Tu voluntad para mí es perfecta y fiel.

Perdón, porque hoy entendí que mi vida actual es el resultado de no haber sido obediente hace unos cuantos años.  Perdón porque llevo muchísimo tiempo reclamándote, pidiéndote explicaciones y casi obligándote a que arreglaras mi desastre.... cuando en repetidas ocasiones me dijiste por dónde era y yo no obedecí.

No sé qué hubiera sido de mi vida de haber obedecido, dónde o con quién estaría.  No tengo forma de saberlo, por necia.  Lo siento.

Gracias. Gracias por protegerme, cuidarme, amarme y sobreabundar en bendiciones en mi vida a pesar de todo. Por no dejarme de lado, por apoyarme y por volverme a abrazar como hace tanto tiempo no lo sentía. Gracias por darme tranquilidad y paz para darme cuenta de mis errores, arrepentirme y enmendarlos.

Sé que tengo altibajos, que te pido demasiadas cosas y te reclamo demasiado.  Sé que te he pedido mil veces que le des un sentido más profundo a mi vida, y que me organices las cosas de tal manera que no tenga lo que es bueno, sino lo que es mejor.  Y Tú has trabajado en mí, hasta donde yo te he dejado, has respetado mi libre albedrío y has dejado que tome mis decisiones.... aunque no haya sido lo que tenías en mente para mí.

Tres veces me lo mostraste aquella vez hace tanto tiempo.  Tres veces desobedecí.  Perdón.

Pero aquí estoy, arrepentida sinceramente, pidiéndote que me vuelvas a tomar en brazos y guíes mi existencia.  Porque mi vida no puede ser lo que la sociedad le impone, sino lo que Tú quieres que sea.  Ponme a mi lado a las personas, las situaciones, las cosas y las experiencias que son para mí.  Saca de mi vida lo que sobre, regálame lo que falta.  Ponle orden a mi mente y a mi corazón.  Sobreabunda en mí y en mi casa con lo que nos prometiste. Dame, como a Salomón, muchísima sabiduría, paciencia, discernimiento y obediencia.

Gracias.... gracias por cuidarme y amarme. Lo siento... siento ser tan arrogante en mi pequeñez, tan descarada en mi desobediencia. Perdón.

Te amo, Dios.  Eres lo mejor de mi vida, lo más grande que tengo. Y si te tengo a Ti, lo tengo todo.

Protégeme, bendíceme, cuídame y ámame... a mí y a los míos, y a los que leen esta oración.

En el nombre de Tu hijo, mi Señor Jesucristo... Amén.

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