Archive for October 2011

1999


posted by Athenea

No comments

Maestría en Mercadeo- Chat grupal por BB- Domingo, 30 de Octubre de 2011- 2.00 p.m.

(Contexto inmediato: Caso de estudio a desarrollar como examen final del módulo mercadeo internacional, plazo máximo de entrega domingo a media noche.  El caso se sitúa en 1999, da relativamente poca información para tomar una decisión y yo busqué por internet información extra para ayudar a resolver el caso.  Lo mismo hizo M1, compañera de clase, y compartimos información con el grupo.  Ella se ofreció a mandar los links para los demás, y en el chat la estaban apurando a mandar la información.  Esta es la conversación).

F: M1, estoy pendiente de los links que me ibas a enviar
M1: Ah ya te paso el archivo lo tengo abierto de hecho
J: Cuáles links
F: Ok... te había escrito por mail también (estoy intensa) quiero terminar ya el trabajoooo
M1: Pag 137, ya te lo paso
F: Listo, gracias.  J, los acuerdos comerciales
J: Si me lo puedes enviar te lo agradezco, hasta ahora voy a adelantar, encontré algo de los acuerdos pero tengo que complementarlo
M2: De qué hablan? Por favor compartir...
F: Los links de los acuerdos comerciales, M2... Lo que el profesor dijo ayer que tuviéramos en cuenta
M2: En qué momento lo dijo? Cuando yo salí a comer?
F: Debe ser...
J: Qué dijo, compartan...
F: O antes que llegaras, no recuerdo... Hay que tener en cuenta los acuerdos o tratados que habían en el 2000, que es el año de ejercicio
J: Ah, sí eso lo dijo... ok
M2: Ah sí, de eso me acuerdo, pero qué links dio?
F: Él no los dio... M1 los buscó, y es lo que le estoy pidiendo el favor que envíe
M2: Ahhh.. bueno.. favor compartir!!!!!!!
Yo: Niñas eso está en internet, busquen en google "Internacionalización -inserte aquí el nombre del caso-" y sale un pdf con información
M2: Pero se supone que en el 1999 no teníamos ese acceso a internet... acuérdate que vivimos en el pasado

WTF!!!!!!!

Yo: ...........................
F: Jejejeje M2!! Entonces enviémosle el trabajo por correo postal
M2: Jajajaja! sería bueno jajajajaja! Buennissssimooo!!!

------------- ------------------ ------------------ --------------------

¿Se ríen?

Yo también me moría de la risa esta tarde.
No sé si me reía por lástima, por pena ajena, o sencillamente porque uno se ríe de las estupideces.
Esos son los gerentes de las empresas colombianas.

Challenging


posted by Athenea

1 comment

Vida, te reto.
(Bueno, toda la vida te he retado, así que más bien debes estar como aburrida de lo mismo, pero anyway)

Te reto a que me calles.
Ven, cállame, atrévete.
(Pero de buena manera, ¿vale?)

Te reto a que me regales todas las cosas (y personas, ejem...) que quiero, y que de alguna u otra manera ya no creo que recibiré de ti.

Como por ahí dicen que el que no llora no mama, pues heme aquí llorando, y esto es lo que pido:

1- Un excelente trabajo. Uno en donde pueda ser quien soy, donde pueda crecer hasta donde yo misma quiera, en donde tenga responsabilidades y autonomía, y ojalá, de ñapa, donde pueda manejar mi horario.  Ooooooobviamente, con un súper sueldo, o sea.

2- Suficiente dinero como para comprarme mi propio apartamento, mío, para mí, de mí para yo. Y vivirlo, amoblarlo divinamente (ya tengo vistas taaaaaaaaaaaantas cosas geeks, trendis y unique, vida porfa pleaaaaaaseeeee) y pues claro, mantenerlo.

3- Un hombre espectacular con quien compartirlo. Que ame a Dios, que me ame a mí, que a me a su familia, que ame a mi familia, que ame los animales. Que respete, quiera, admire, proteja, cuide, mantenga, pechiche y no se separe jamás de todas las anteriores. Que me conozca, me acepte y aún así se quede conmigo y mis locuras y mis gorditos y mis niñadas. (Y hasta más). Que baile, que sea buen polvo (por favooooooooooor), que tenga buenos amigos, que no fume ni tome -y de preferencia, que no le guste el vallenato-, que sea detallista y tenga carro (sorry, me cansé de caminar), que me invite pero me deje pagar (a veces), y bueno.... Así.

4- Ayúdame a ser mejor persona. A encontrar eso que me hace falta, a desprenderme de lo que me pesa y a tener las manos vacías para poder llenarlas nuevamente con todo. A renovar mi corazón, mi alma, mi mente, mi closet..... (oopss!).... A encontrar lo que realmente me gusta y a atreverme a hacerlo.

5- A que me demuestres que me puedes callar anytime y llenarme de tantas cosas buenas y bonitas que me voy a volver tu fan número 1 y te voy a recomendar a todo el mundo (ya verás).  A que me sorprendas y que todo esto se quede pequeño, comparado a lo que me darás.

Y bueno.. cinco pequeñas cosas so far, esperando para darles un checked.

Yo sé que puedes....
I dare you.

Lo que no sirve, que no estorbe


posted by Athenea

1 comment

O como se diría vulgarmente: me mamé.

Anoche hablaba con uno de mis dos mejores amigos, que vino por unos días al país.  Me preguntaba que cómo estaba yo, a lo que le dije que bien, que trabajando, que estudiando, que en casa juiciosa.

Me volvió a hacer la pregunta, que cómo estaba yo. Que si no estaba saliendo con alguien, que hace cuánto no estaba con alguien, que si estaba totalmente sola.

En lo que le contestaba las preguntas, me preguntó que si no me gustaba un primo de él que está soltero porque también hace poco terminó con la novia. Lo miré con cara de sospecha y le dije: "Lo que no sirve, que no estorbe".

No me vengas a juntar con alguien, a obligarme a ponerme máscaras de lo "socialmente aceptable", otra de lo "moralmente aceptable" y otra de lo "normalmente aceptable".  No quiero tener que volver a fingir que soy bonita, o interesante, o inteligente.  A tener que demostrarle a alguien por qué soy una buena opción, si es que soy una opción.  A competir o a ponerme a ganarme el "corazón" o la mente de alguien, y a luchar al mismo tiempo con el impulso masculino de sólo querer tener sexo con uno y desaparecerse.

Le decía que estoy mamada, que todas mis relaciones anteriores han sido un patrón de lo mismo:

1. Conozco (o me encuentro) con un man que acaba de salir de una relación tormentosa (no necesariamente larga, no necesariamente corta, no necesariamente relación), que no se las lleva bien con su familia, que tiene pocos amigos y que se siente mal consigo mismo.
2. Por defecto profesional o por imbecilidez personal (o cómo quiera que se escriba), me dedico (a veces sin saberlo o sin darme cuenta o sin quererlo) a escucharlo, a escucharlo, a escucharlo.  Cuando me dejan meter la cucharada, meto la cucharada, y poco a poco se van abriendo más, acercando más, abarcando más.  Y pues, obvio, me involucro más yo también. Un día, las conversaciones pasan a salidas, las salidas a besos, los besos a caricias, las caricias a sexo y ¡pum! un día me presentan como la novia.
3. Pasa el tiempo (no necesariamente largo, no necesariamente corto) y se enamoran de mi y me enamoro de vuelta (que, además, no es para mi nada difícil).  Se "construye" un "algo" medianamente "estable" y todo es lindo hasta que deja de serlo.
3.1- 3.9. A medida que pasan los días, él se acerca más a su familia y más a la mía, se acerca más a sus amigos y si mis amigos están aquí, pues se acerca a los míos. Me acerco a los suyos, se va abriendo al mundo, va dejando de lado "problemas" menores y  mayores, va siendo "mejor" (en palabras de sus mismas familias y sus mismos amigos) y todo el mundo me da las "gracias" y le dice que me cuide, que soy una mujer excepcional, que lo he ayudado mucho, que soy una bendición. Sí, bueno.
4. Empiezan los problemas.  Sé que no soy una mujer "normal", que soy una persona difícil, que soy terca y obstinada y resentida y callada.  Ya no tengo por qué seguir teniendo encima las máscaras de lo social, moral o normalmente aceptable, y quiero que me entiendan y me quieran por lo que soy, por lo que he hecho, por lo que quiero hacer.
5. Aparece alguien. Usualmente una ex, una mejor amiga, una amiga de infancia, de colegio, de universidad, una compañera de trabajo. Alguien. No importa qué tan lejos o qué tan cerca esté ella o esté yo, luego de yo hacer todo el trabajo de limpiar telarañas, poner bonito todo, acomodar las cosas, sacudir el polvo, limpiar lo sucio, limar asperezas y pulir el diamante, llega otra (whoever she is) y él se va con ella. Indefectiblemente, sin importar qué haya hecho o dejado de hacer, sin importar la distancia, sin importar qué tan buena o qué tan mala fue la relación, qué tan larga o qué tan corta, me dejan tirada. Me rompen el corazón, me dicen que soy lo mejor, que no es mi culpa, que no me voy a quedar sola, que ellos no son suficientes para mí, que me quieren, que quieren seguir siendo mis amigos, que ya encontraré a alguien mejor, que se van con una menos que yo porque no se sienten dignos de mí. PUAJ.
6. Me abro. Sin vuelta atrás, borro a la gente de mi cabeza, de mis listas, de mis contactos, de mi existencia.  A veces, hasta de mi memoria.  Guardo las cosas básicas para saber que hicieron parte de lo que soy, y olvido lo demás. Las cosas pasan a ser únicamente cosas, y saco todo eso de mi vida. Un día, un día cualquiera, usualmente cuando la otra los ha dejado por alguien mejor, me vuelven a buscar.  Hablo con ellos un par de líneas, por "cortesía" (no, por cortesía no, idiota, por imbecilidez -o como quiera que se escriba-) y luego vuelvo a sacarlos de mi vida.

6 pasos que se han repetido incontables veces a lo largo de mi vida, con relaciones serias, con relaciones medianamente serias, con vacilones, con todos los manes que se me han cruzado so far.

6 pasos que me mamé de repetir.  Me mamé de que me toque ser la señora de la limpieza, la decoradora de interiores, la joyera que pule y brilla y limpia y desmancha.
Me mamé de ordenar la casa para que me echen.
Me mamé de que me digan que no soy yo.
Me mamé de que me dejen por otra.

Me mamé, y punto.

Le decía a mi amigo que al que venga, y quiera algo conmigo, le va a tocar inventarse algo fuera de lo normal.  Ya no me valen las "herramientas de conquista" o como quiera que se llamen. Ya no me valen las rosas, no me valen los dulces, no me valen las salidas, no me valen las invitaciones, no me valen las llamadas.

Quiero alguien que se quede conmigo. Que si lo tengo que pulir pues bueno, lo pulo, pero para disfrutarlo yo.

Si, por el contrario, mi labor en la vida de la gente es pulirlos infinitamente, entonces háganme el hijueputa favor de no meterse en una relación conmigo. Yo los pulo lo que quieran, aprendo lo que quiero, y luego, sin que me enamore y sin traumas y jodas, se largan de mi vida y punto y se acabó. Pero ya, me mamé.

Y si se quiere quedar conmigo, que me conozca primero. Que me conozca de verdad, para que luego no me diga que es que soy "diferente" o que soy "imposible".
Quiero alguien que sé que no existe. Quiero alguien que tenga la intención de no dejarme ir. Ok, no sólo la intención, porque la intención la tiene todo el mundo al comienzo, sino que en verdad no me deje ir. Y punto.

No voy a seguir perdiendo el tiempo detrás de piedras en bruto. ¡Que las pula alguien más!
No voy a seguir perdiendo el tiempo atrás de nada, atrás de nadie.
Me niego, rotundamente, es una tontería, no tiene sentido, no es práctico.

A mi que me dejen en paz, yo perfecciono a los demás.... ¿y quién perfecciona el mío (si es que hay alguien para mí)?

Concluí diciéndole:

Lo que no sirve, que no estorbe.
Y punto y se acabó.

Ela


posted by Athenea

2 comments

Alguno de tus nietos mayores, cuando eran pequeños, debió haber tenido dificultades para decirte "abuela" y te decía "ela".  Y así te quedaste: Ela.

Cuando volví de México, que ya tenía algo de razón y un poco de memoria, te conocí.  Viví en tu casa, con tu hijo menor y algunos de tus nietos, mis primos.  Comí de tu comida, jugué contigo, anduve por tu espacio.  Me recibiste, me amaste, me consentiste, me quisiste.

Aprendí a llamarte Ela, y te quise y te quiero.  Crecí rápidamente, y tú tenías más nietos para compartir y darles amor.  Todas las navidades te ayudaba a armar y desarmar el arbolito, el pesebre y a poner los miles de adornos que ponías por toda la casa.  Me gustaba ver mi cara redonda y enorme reflejada en las bolas azules brillantes que le ponías al arbolito, y que cada año eran menos porque tus nietos las rompíamos. Pero tú no te molestabas.

Te reías, nos abrazabas, nos llenabas de spaghetti con arroz blanco (que luego jamás volví a comer), y de carne en posta con papas guisadas.  Todos los cumpleaños nos cantabas, y todas las navidades nos regalabas dinero.

Luego vendieron la casa, esa casa enorme que nos vio a todos juntos, y que vio el progreso de años y años de esfuerzo y trabajo.  Te fuiste a vivir con tu hija mayor y con tu esposo, Elo, de quien jamás te separaste.

Elo te decía Negra, a pesar que no podías ser más blanca, y él era tu Negro. Negro y Negra para todas partes, en un ejemplo de constancia, amor, paciencia y soporte para tus hijos y nietos.

Fueron envejeciendo poco a poco pero rápidamente, y fuiste perdiendo tu memoria.  Aunque a veces no sabías quiénes éramos, no dudabas en seguirnos atendiendo y en levantarte a calentarnos comida y servirnos gaseosa.  No dejabas que nadie más nos atendiera, tenías que ser tú porque ese era tu orgullo: tu familia.

Tus nietos mayores tuvimos la fortuna de compartirte y tenerte más tiempo.  De jugar contigo, de hacerte cosquillas, de hablar de todo y de nada.

Con los años, te fuiste apagando, lentamente.  Llegó tu primer (y para ti, tu único) bisnieto, y lo amaste y lo disfrutaste tanto como nos amaste y disfrutaste a nosotros.

Las navidades seguían siendo especiales, seguías recibiendo y dando regalos, amor, paciencia, cariño.

Pasó el tiempo, y a todos nos tocó verte ir.  Seguías con nosotros, pero ya no sabías quiénes éramos.  Hablar contigo era hacernos los fuertes, recordarte todos los días todo lo que habías vivido.  Salir de allí era romper en llanto internamente de ver cómo te nos ibas.... te nos ibas....

Elo se daba cuenta de todo.  No me imagino lo que ese proceso ha debido haber sido para él.  Te veía todos los días, cada vez más ausente, cada vez más distante pero aún ahí, en la cama, en la silla, viendo televisión.

Un día te desconectaste y no volviste jamás.  Te caíste y no pudiste seguir caminando, y te postraste en la cama de toda tu vida, de la cual no te volviste a levantar.  Te enfermaste, te enfermaste y te enfermaste, y este sábado 8 de Octubre decidiste que ya .... que ya era hora de descansar.

Nos tomaste por sorpresa, a todos.  Yo recibí el mensaje en medio de clase y hasta ahí llegó el día para mí. Creo que el jueves por la noche pasaste por mi casa a despedirte de tu hijo y de tus nietos, a quienes tanto nos amaste, y no me dejaste dormir.  Si eras tú, me arrepiento de haberte temido.

Te nos fuiste, súbitamente.  Decidiste dejarnos, y nosotros en nuestro egoísmo tuvimos que dejarte partir.

Elo lo sabía, aunque nadie se atrevía a decirle.  Llamaron a tu nieta mayor y me llamaron a mi, las dos psicólogas de la casa, para que le dijéramos.  Ella no se atrevió y se escondió a llorar.

Ela, fui yo la que le dijo a Elo que te habías ido.  Y aún se me arruga el corazón.  Ver cómo tu Negro, un baluarte y un faro para la familia, ejemplo de carácter, de firmeza y de semblanza, se resquebrajaba y te lloraba como un niño, y me abrazaba y me decía que ya no era nadie, mientras yo tenía que hacerme la fuerte para apoyarlo, Ela, eso, me partió el alma en dos.

Ver cómo llamaba a sus hijos, y todos te lloramos.  Cómo lloraba y lloraba y te llamaba y te extrañaba. Verlo abrazarme, un hombre poco afectuoso y dado a tocar y estar con la gente.....

Lo llevé a que se despidiera de ti, te tomó de las manos y lloró. Y con él lloramos todos.  Ya no estabas para vernos, ya no estabas para escucharnos.  Te dimos todo en vida, hasta lo que no debimos haberte dado.  Te fuiste con un corazón lleno de amor, y rodeada de lo que verdaderamente importa en la vida: tu familia.

Ela, fuiste ejemplo de madre, de mujer, de esposa, de abuela.  Fuiste ejemplo de trabajo, de esperanza, de soporte, de abnegación, de ayuda, de amor, de lucha, de paciencia.  Para mí, para todos.

Tus hijos te extrañan.  Dejaste un vacío en tu cama, en tu casa, en tu familia.  Mi papá, un hombre del mismo carácter de tu esposo pero más dado a la gente, lloró.  Primera vez en mi vida que veo a mi papá llorar.  Y a tus otros dos hijos.

Te nos fuiste Ela, y ahora descansas. Esperas a que vuelvan por ti, a levantarte de primero y con nosotros.

Me alegra tanto haber compartido tiempo contigo, que se me arruga el corazón.  Siento no haberte podido hacer disfrutar de otro bisnieto, pero me queda grabado que lo amarías tanto como me amaste a mí, como amaste a todos los tuyos.

Ela, descansa en paz.  Aquí sentimos tu ausencia, y desde aquí cuidamos a tu Negro.  Estate tranquila.

Te fuiste Ela..... y esta navidad no será igual.

Duerme tranquila.... ya nos volveremos a ver.

Te amo, Ela.  Hasta pronto.

No soy una típica mujer


posted by Athenea

2 comments


O como se iba a llamar el post, soy una "mala" mujer; pero eso suena a otras cosas.

No soy una típica mujer porque no voy a la peluquería ni al salón de belleza sino únicamente cuando tengo que cortarme el pelo (y sólo en luna menguante), y eso porque yo no me sé cortar el pelo.
Yo misma me arreglo las uñas de las manos, las de los pies, me depilo.
Yo solita me maquillo, me arreglo, me peino.
No sé nada de moda, jamás he hecho una dieta, casi nunca voy al gimnasio.
No me hago el blower, ni me plancho el pelo, ni me lo rizo ni nada.
No soy intensa, nada cansona, pocas veces celosa.
Como de todo: pizzas, dulces, hamburguesas, gaseosas; como a deshoras y nunca he contado una sola caloría.
No leo revistas de moda, ni de farándula, ni de chismes.  De hecho, mi cabeza y mi estrecha memoria no me dan para aprenderme ni las caras ni los nombres de ese pocotón de gente "famosa". Además que ni me importan.
No soy asquienta, ni mística, ni complicada.
No me dan miedo las cucarachas, ni los ratones, ni las arañas.
No estoy obsesionada con comprar zapatos ni tengo cientos de bolsos ni miles de accesorios.
Jamás he hecho una escena... ni de rabia, ni de celos, ni de caprichos.
Nunca me he imaginado casándome, ni teniendo hijos.
Soy más amiga de hombres que de mujeres, de hecho, las mujeres me parecen envidiosas.
No soy para nada envidiosa, ni chismosa.
Juego videojuegos, he jugado con pistolitas de balín (de las de antes) y con las de pólvora, veo anime (a veces).
No me preocupa mi peso, ni si estoy gorda (soy flaca).
No me he operado nada, ni lo pienso hacer.
No me gusta ir a comprar ropa... nada me gusta, de lo que me gusta poco me queda, y de lo que me queda, poco me compro. Me desespero teniendo como buitres a otras mujeres esperando a que me decida.
No me gustan los martinis, ni la cerveza.
No me deslumbran las joyas, ni los diamantes, ni las perlas.
No estoy pendiente del qué dirán, jamás he quitado un novio, ni me interesa con quién se acuesta la vecina.
No despilfarro la plata, no soy gasolinera, no soy aparentera.
No peleo con mis novios, ni les grito, ni les pego.
No me gusta asolearme, ni meterme en el mar o en la piscina.
No tengo cientos de miles de vestidos de baños, salidas, chancletas, pavas y pareos que les combinen.
No me gusta pintarme el pelo, ni hacerme rayitos, ni alisármelo ni nada de eso.
Manejo, y manejo bien. Parqueo de reversa divinamente (aunque mejor si tengo algo de ayuda).
No me hago baños de luna, ni de sol, ni de rosas.
No voy al spa, no me hago masajes, no me gasto mi sueldo en cosméticos.
Jamás me he inyectado (ni lo haré), ni he sufrido ni un poco por la "belleza" y sus "tratamientos".
No veo novelas, ni me conozco a los "galanes" nacionales.


No soy una mujer típica.

¿Será por eso que me va tan mal con los hombres?