Quiero irme.
No por nadie, no por nada, no por la ciudad.
Por mí.
Me hace falta esa experiencia, me hace falta el TENER QUE moverme por mí misma, hacer mis cosas por mí misma, salir, lavar, planchar, barrer, comer, y estar sola. Íngrima.
Me hace falta saber que puedo y demostrarme a mí misma que no sólo puedo, sino que lo puedo llevar más allá: lo puedo disfrutar.
Quiero vivir sola. Quiero irme a otra ciudad, a trabajar o a estudiar, pero sola.
No por nadie, no por nada, no por la ciudad.
Por mí.
Quiero estar en un ambiente diferente, en el que no tenga que estar pendiente de si me encuentro o no con cierta gente.
Quiero estar en un clima distinto, con un cielo distinto y un paisaje distinto para sentirme diferente.
Quiero estar en mi casa mía de yo para mí, decorada con mis cosas geeks (un día hago un post al respecto), desordenada en mi orden (o al revés), con muchos colores, con muchos olores. Mía de yo para mí.
Quiero obligarme a conocer gente nueva y muy importante, a mantener esas relaciones.
Quiero poder ir a cine sola sin el temor de encontrarme a nadie que me pregunte "¿Y eso por qué tan solita?"
Quiero trabajar, estudiar, hacer nuevos amigos, viajar, salir, vivir, pasear.
Quiero vivir.
Estar sola para saber a ciencia cierta quién soy y cómo me las arreglo para luchar contra mis fantasmas, y ver qué me invento para vencerlos.
Estar sola para no tener en nadie en quién pensar, no pensar en si se mojará cuando llueve o qué estará haciendo los viernes por la noche.
Estar sola para no preocuparme si aparece o no en el msn, si llama o me lee a escondidas.
Estar sola para no tener que dar explicaciones de si salgo con mis amigos.
Eso es lo que quiero.
Y delante mío hay dos opciones, una más querida que la otra, una más factible que la otra, ambas anheladas.
Quiero saber cuál de las dos opciones será.
Pero quiero saberlo ya.
Sí, yo soy desesperada.
¿Y qué?
