Viva la Vida- Colplay
Esta sí que la tengo clara, clarísima, más que clara. Es otra de mis canciones favoritas, otra de las que me sé íntegras, otra de las de mi banda favorita, otra de las que más escucho, otra de las que me encantaría escuchar más en la radio.
Sí, soy rara, he pensado más en mi funeral que en mi boda (no he pensado en mi boda, mentiras), y digamos que a veces pienso más en la muerte que en la misma vida. Pero en un "buen" sentido, no en un sentido emo.
Anyway, que escuché esta canción hace un tiempito ya cuando salió, y me encantó la música. Por muchísimo tiempo no entendí la letra, hasta que un día, sumida en mi tristeza (no vayan a pensar que soy depresiva, no), tirada en mi cama, a oscuras y sola, sonó en el celular justo antes de quedarme dormida.
He dicho ya varias veces que Coldplay me encanta.
Bueno, pues esta canción en particular era un reto para mi, y en mi blog anterior escribí todo un tratado de lo más interesante sobre lo que para mí debía ser mi funeral; pero no voy a hablar de eso. Otro día.
La canción habla de la vida, de ahí su nombre. Habla de cuando somos grandes en algún momento por alguna razón, cuando todo en la vida nos sale bien, cuando tenemos poder y potestad principalmente sobre nosotros mismos.
De cuando la gente nos voltea a mirar, cuando todo el mundo se admira o se asombra (incluso nosotros mismos) por las cosas que somos capaces de hacer. Cuando no es necesario sino hacer un gesto o decir una palabra para que el mundo se arrodille ante nuestros pies, y podamos lograr lo que tenemos en el corazón.
De eso.
Y luego habla de cuando por las mismas vueltas de la vida (que viva la vida), ya no somos ni tan lindos ni tan buena gente, ni somos tan suertudos ni tan felices. Cuando se nos voltea lo que antes hacía que los demás voltearan hacia nosotros, cuando ya no somos nadie (incluso para nosotros mismos), y rozamos el piso con nuestros labios, tocamos fondo y ....
Que viva la vida.
El proceso por el cual somos los reyes de nosotros y a veces de la vida de otros.
Cuando basta decir una palabra para que se abran las puertas.
Y de cómo un día estamos solos, aunque estemos acompañados, limpiando nuestro desorden.
De cómo en un momento la ilusión nos puede y vemos todo hacia arriba, pero en un momento se cierran las puertas de un tirón y caemos rápida, dolorosa y estrepitosamente.
De cómo nos damos cuenta que muchas cosas importantes están fundamentadas en vacíos, en carencias, en ilusiones y expectativas; y de cómo siempre hay alguien que nos da una mano y nos ayuda a volvernos a levantar. La cuestión es que nos dejemos.
De cómo a veces nos damos cuenta, al mirar para atrás o para los lados, que muchas de las cosas que tenemos (o de la gente que nos acompaña) son falsas, son vacías, no tienen sentido ni provecho.
De cómo la gente envidiosa o las situaciones adversas nos quieren hacer caer, y a veces lo logran.
Y de cómo, al final de todo, esa mano amiga siempre está ahí, nos levanta, nos anima, y habla por nosotros.
De cómo nosotros a veces no podemos por nosotros mismos, y la vida, o Dios, o el destino, o como ustedes mismos le digan, nos tumba los obstáculos para que seamos grandes.
Así.
Aquí les dejo, de las canciones más profundas que he escuchado en mi vida, con los solos de violín y piano más preciosos que he disfrutado.
Enjoy yourselves, y que Viva la Vida.
"And I discovered that my castles stand upon pillars of salt and pillars of sand"
