Cuando apenas empezaba a entender del amor, cuando apenas empezaba a sentir algo más que amor fraternal o gusto por las cosas, tenía unos 10 años.
Cuando empecé a sentir ese amor, tenía más o menos 12 años.
A esa edad, uno como mujer ya ha jugado con las Barbies y con el Ken. Y la Barbie tiene una casa, y una sobrina que es como la hija, y mascotas, y carro, y lavandería, y salón de belleza, y sala, y comedor, y cocina, y cuarto..... y Ken.
A esa edad, ya todas nos hemos visto todas las películas de Disney, que en mi época eran Blancanieves, La Bella y la Bestia, Cenicienta, Rapunzel, La Sirenita, La Bella Durmiente y Aladino. No teníamos más. Todas ellas - TODAS- eran rescatadas por un príncipe, o besaban un sapo y se volvía príncipe, o se volvían humanas y se casaban con un príncipe, o convertían a un mendigo en un príncipe, o transformaban un monstruo en un príncipe, o un príncipe las devolvía a la vida.
¿Y cómo es que nadie previó el hecho de que la mayoría de nosotras crecería esperando un príncipe? ¿No es un tanto lógico y deducible?
La primera vez que sentí "mariposas" en el estómago iba bajando en el ascensor del edificio porque Rafa, un niño de uno de los edificios vecinos, estaba visitando a mis amiguitos. Tenía más o menos unos 12 años. Rafa era lo que para mí era lo mejor: era educado, divertido y era bonito. Mientras iba bajando en el ascensor, me imaginé que con sólo verme caería rendido a mis pies, que me vería como la más hermosa del planeta y que viviría conmigo felices para siempre. ¿Qué más podía imaginarme, luego de Disney y sus princesas?
En un ataque de racionalidad de esos que me han dado toda la vida, y queriendo evitarme la desilusión, pensé que esas "mariposas" sólo eran gases y que no estaba enamorada sino nerviosa. El ascensor abrió, salí, lo vi.... y nunca jamás en su existencia Rafa me prestó atención.
12 años y con el corazón ya arrugado.
Tiempo después, como a los 14, conocí a Fabián, que para esa época tendría unos 20-22 años. Era mi amor platónico real (porque platónicos de verdad eran los impelables, imperdibles, obligados Nick Carter y Leo Di Caprio, digan que no). Me hice su amiga, y me cantaba canciones en su guitarra todas las noches. Pero no sólo a mi... a mi y a todas las niñas del conjunto. Hablábamos mucho, y fue de las primeras personas que me dirían constantemente que era "muy madura para mi edad". Chayanne, le decíamos, porque era IGUALITO, cantaba igualito. Romántico empedernido, cantante y enamorado de una niña de su edad que nos daba celos a todas, al tiempo que nos moríamos de la indignación porque no le correspondía.
14 años y enamorada de un príncipe que nunca me correspondió.
Luego de eso vinieron muchos. Intentos de príncipes, intentos de sapos, intentos, intentos, intentos. Amores platónicos, amores en mi cabeza, amores en mis ilusiones. Me dormía todas las noches escuchando Radio Tiempo y es la hora todavía me sé las canciones (Cuántos años han pasado y siguen poniendo las mismas).
Luego, escuchaba Radio Tiempo en el transporte de las mañanas y de las tardes. ¿Cómo no esperaban que saliera toda imbécilmente romanticona, luego de Disney y Radio Tiempo?
Fui creciendo, y mis amores entre comillas pasaron de eso a ser intentos. Intentos de conocerme mejor. He besado muchos sapos, afortunada o desafortunadamente.
En el colegio siempre fui de las feas, de las simples, de las aburridas, de las nerds. Obviamente, en el colegio ningún niño me prestó atención. Ni los del Liceo, ni los del Sagrado. Por mucho que me los imaginara valorándome por quien realmente era, o por lo divertida que podía ser... nunca pasó de ahí.
Luego entré a la universidad. Y con ella, las rupturas de verdad, los corazones partíos como los de la canción, el enamoramiento "real".
Eso da para otro post... contar uno por uno los principales hombres de mi vida. Todos, todos, todos, sin excepción, me han dejado. Por ellos mismos, por sus sueños, por otras, por sus trabajos. Con todos he fracasado. Por acción o por omisión. Pero esa es otra historia... o mejor... otras historias.
Ahora lo único que me gustaría en realidad es volver a tener 12 años, cuando esperaba a un príncipe, en vez de haberme encontrado con tantos sapos tan seguido.
posted by Athenea
ya leeré lo que sigue, por allí mi hnita me repite una estadística q ve en la tele, que tenemos que besar 68 sapos para encontrar al "príncipe", ve tú a saber... vas llegando? jajjajaa, te quiero mucho bruja.
68 sapos, a ver....
Pues mal contados, creo que voy a mitad de camino... depronto más allá que acá!